¿Sabía que existen ciertos problemas relacionados al uso de pilas?
Los
problemas del uso de pilas pueden o no ser muy conocidos pero existen y
conocerlos siempre es beneficioso para saber cómo ayudar a evitarlos. 1. El despilfarro económico implica su
uso. La corriente eléctrica
generada por las pilas es 450 veces más cara que la de la red; por ejemplo, un
Kw/H de la red cuesta al consumidor 11 pts, mientras que la misma energía en
pilas cuesta 5 mil ptas (boletín de la Organización de Consumidores y Usuarios
No. 1, 82, junio del 87: Pilas y Pelas). 2. Inutilización de aparatos debido a su
supuración.Una pila abandonada en un
aparato que no es usado corre peligro de derramar las sustancias químicas de su
interior, por lo cual el aparato que las contiene puede deteriorarse
seriamente. Se ha desarrollado el blindaje de las pilas para evitar este
problema pero aún su eficacia no es absoluta y su aplicación no está
universalmente extendida. 3. Eliminación cuando se agotan. Este es el principal problema a resolver pues, cuando
las pilas se agotan, se depositan en bolsas de basura que llegan a vertederos
no preparados para su manejo, ahí son abandonadas o incineradas. Las pilas
contienen mercurio y cadmio, metales contaminan aguas subterráneas que son
utilizadas y por las personas. El mercurio se acumula en la médula ósea y en el
cerebro, dañando a mediana y largo plazo los tejidos cerebrales y el sistema
nervioso central. Por razones como éstas es importante la correcta recolección
de las pilas y baterías de equipos tecnológicos.
Los distintos tipos de pilas en uso son:
Zinc carbón:
También llamadas secas o pilas salinas. Se fabrican desde
inicios del siglo, contienen poco mercurio o es nulo, por eso pueden ser
“verdes”, “ecológicas” o “green”.
Pilas alcalinas:
Son de larga duración. Ideales para aparatos complejos y
de alto consumo. Contienen 0.04% de mercurio (175 ml contaminan más de lo que
bebe una persona en toda su vida).
Pilas de botón litio:
Son las más grandes de tipo botón. Sirven para
calculadoras y relojes.
Pilas salinas:
Son las primeras que aparecieron y ya las usaban nuestros
abuelos. Tienen menos duración y potencia pero su contenido tóxico es muy bajo.
Pueden ser desechadas en un contenedor ordinario sin que este represente un
riesgo o fuerte impacto ambiental.
Pilas verdes:
Apenas
contienen mercurio así que no contaminan y podemos echarlas al cubo de la
basura. Aunque pueden ser una alternativa interesante, no deben constituir una
excepción sino la regla general.
Pilas en miniaturas o pilas de botón:
Son chatas, redondas y de tamaños reducidos, como
botones. Se usan en la industria electrónica para audífonos, aparatos médicos,
relojes y calculadoras.
Pilas de botón de óxido de plata:
Son diminutas y se distinguen por la sigla SR. Se
encuentran muy poco en los comercios ya que por su alto precio no constituyen
una alternativa económica. Contienen 1% de mercurio.
Pilas de nicad, níquel y cadmio:
Recientemente se ha empleado con mayor frecuencia un
nuevo tipo de pila seca. Se emplean en calculadoras, pulseras, relojes y
equipos fotográficos.
Pilas de botón de mercurio:
Pueden identificarse con la sigla MR. Garantizan energía
por largo tiempo, contienen un 30% de mercurio. Pueden contaminar 600 mil
litros de agua.
Pilas de botón de zinc-aire:
Tienen gran cantidad de agujeros diminutos en la
superficie. En el campo de la medicina estas pilas son ocupadas en prótesis
mecánicas. Pueden contaminar hasta 12 mil litros de agua.